Artículo de Victoria Echavarren:

Como en el equipo de elRealista hay en estos momentos gente de edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, y a todos nos preocupa el presente y futuro del sector inmobiliario español, hemos hecho algunas reflexiones sobre ello.

Cada uno nos hemos planteado el problema de la vivienda y hemos considerado distintas opciones. Además, hemos preguntado a amigos y conocidos cuál es su postura ante la problemática de la necesidad de vivienda, sobre todo en Madrid.

Las respuestas son  variopintas. Por lo general, las ganas de independizarse son comunes a todas las personas de estas edades. Sin embargo, la realidad es bien distinta, ya que más de la mitad permanecen con sus padres. No es de extrañar con la que está cayendo. La situación económica es complicada, los sueldos no son muy altos y los precios de la vivienda sí lo son…

En fin, todo son factores que dificultan la adquisición de una vivienda en propiedad y que favorecen quedarse en el hogar familiar mientras se ahorra.

Otros viven de alquiler, y aunque los precios tampoco están por los suelos, no son tan astronómicos como las cuotas hipotecarias que hay que pagar para quedarse con un piso. Parece ser una opción sensata y más económica que la de comprar. Una de las opciones que muchos barajan es la de compartir piso con amigo/as al principio, hasta que consigue reunir la cantidad necesaria para irse a vivir más a su aire.

Pero otra opción muy precavida es la de apuntarse a una lista para obtener una vivienda de protección oficial (VPO). Las ofertas no son malas, ya que según nos contó una de las personas preguntadas, podía optar a un piso de 70m2 en los barrios de Sanchinarro o Ventilla, en Madrid. Los metros cuadrados aumentan si quien pide la VPO es una pareja o una familia.

Las perspectivas de futuro de los más jóvenes son optimistas y ambiciosas: a la mayoría de los que no han terminado la carrera les gustaría ir a vivir al extranjero, donde los trabajos están mejor remunerados y la cultura del alquiler está más extendida.

Sin embargo, como sucede en mi caso particular, algunos no se plantean el tema de la vivienda de momento. Si en el hogar familiar no hay conflictos y se vive razonablemente a gusto, no hay motivos para comenzar a preocuparse. A falta de dos años para terminar la carrera, hay otros temas que nos preocupan más por ser inminentes: las prácticas, los idiomas, conseguir un buen puesto laboral… Será tras muchos meses de trabajo cuando podamos (y según de qué sueldo estemos hablando) permitirnos el pago de un alquiler. Puede que si conseguimos una nómina fija nos concedan un préstamo hipotecario, pero muchos jóvenes ya no están dispuestos a encadenarse a una obligación por 25 o 30 años. Al menos yo no lo estoy, y optaría por un alquiler. El tiempo dirá, pero como ya he dicho, algunos no nos preocupamos todavía porque por el momento no tenemos ninguna independencia económica.

¿Qué piensas tú? Os invitamos a comentar vuestras opiniones y vuestras opciones para haceros con una vivienda.

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